La consciencia va mucho más allá de lo evidente.
La esclavitud existe en todo el mundo.
Muchos hombres, mujeres y niños son forzados a trabajar como esclavos. La esclavitud sexual y la mendicidad forzada es lo más extendido en todo el mundo. Redes de tráfico humano imposibles de escapar. Víctimas de violencia de género atrapadas en sus propios hogares. Niños soldado. Parece que para algunos no es posible la libertad.
Todos ellos padeciendo en silencio la esclavitud. Según Naciones Unidas unos 250 millones de seres humanos la sufren en silencio.
En silencio.
En silencio.
En silencio.
Sin embargo, de ese silencio nace una fuerza mucho más grande que supera lo físico, que no tiene fronteras: la resiliencia. Saber llevar tu mente a un nivel más alto que tus propios sufrimientos y tu dolor, por encima de tu cruel existencia y tu realidad. Y viene del grito interior. El grito cambia la manera de percibir las cosas.
El grito
El grito
El grito
Basta ya!!… Me pueden obligar a hacer cosas que no quiero, pero mi mente es libre si yo la libero. La libertad tiene sus raíces en un pensamiento que lo haga posible.
En los tiempos donde empezó hace muchos años la esclavitud, aquellos hombres y mujeres, y sus hijos, superaron el dolor, nos dieron la clave. Ellos se acogieron a sus raíces, a la música y el canto. Crearon canciones que sacaban el dolor y liberaba sus almas. A los amos les gustaba menos porque cuanto peor los trataban más alegres estaban. Es el grito interior, la única herramienta que les quedaba. Sus raíces bien ancladas a la tierra y su canto bien elevado.
Los años que estuve trabajando con mujeres que habían sufrido violencia de género, descubrí que la alegría y el humor era lo que les hacía elevar su mente a un nivel superior y esto las hacía cada vez más fuertes para razonar, comprender, generar cambios en sus vidas que las sacaran de esa esclavitud y las llevara en la dirección de la libertad física, mental y después emocional. Ya que los daños emocionales son los más difíciles de superar.
Es complicado, porque el daño fisico marca y el emocional es para toda la vida. Y especialmente no es justo que los niños vivan tan jóvenes tales condiciones e injusticias. Tampoco los adultos.
Más allá del sufrimiento real y físico ¿qué le queda al ser humano?… La mente que lo libere y lo lleve a un nivel superior. Y a través de este, conseguirá salir y encontrar finalmente la libertad total. Y esto vale tanto para la esclavitud física como para la mental y emocional. Porque el ser humano tiene esta tendencia, a ser esclavo de sus propia vida interior. No hay persona en el mundo que no padezca de esclavitud de alguna forma. “Suspiramos en silencio lo que callamos a gritos” (Ulises Sánchez)
Si miramos dentro, hay una habitación oscura dentro de nosotros, que no queremos entrar mucho y a la que accedemos cuando algo nos recuerda que está ahí. Todos, absolutamente todos tenemos ese lugar que nos esclaviza, grande o pequeño, que nos arranca un trocito de ilusión, de vida y nos sumerge en la tristeza por segundos, minutos, horas, días… a algunos hasta meses y años. Y se lleva en silencio, en silencio. Y con mucho respeto miro a otros y los comprendo y nos deseo la libertad. Y pronto deseo reír y alegrarnos el día, aunque sea cantando.
Aún así, no es justo que todavía hayan personas, malas personas que trafiquen y utilicen a otras, que no den valor a la vida, que no tengan sentimiento de amor por los otros y que solo piensen en sí mismos y en el dinero. ¡Qué grandes son las cadenas que estos llevan y qué bajo nivel de consciencia!
Podemos hacer muchas cosas para aliviar el sufrimiento de hombres, mujeres y niños. Y si se puede denunciar, se denuncia. Y si no se puede, lo cantamos y contamos a los cuatro vientos. Mirémos esta situación de frente como todas las que son injustas. Y teniendo en cuenta que si yo no encuentro la libertad, si no me siento un alma libre, no podré liberar a otros de su dolor y sacarlos de su realidad, su cárcel, sus sombras, su esclavitud.
Por ello mi vida es un camino constante por la libertad. En el momento que algo o alguien en mi vida me corta las alas, tomo el camino de la libertad, me cueste lo que me cueste. ¡Alma libre que canta!
Marla Sánchez
www.marlasanchez.com/blog
(+34) 637719945
Vive un proceso conmigo y sentirás que estás creciendo. Las respuestas están en nuestro interior, no busques fuera. Es el momento de hacer los cambios que deseas desde hace tiempo.
Sentir, pensar, decidir y actuar en equilibrio.
Coaching Holístico Sistémico.