Desde la envidia y la hipocresía se dicen muy pocas cosas buenas. Y siempre son aquellas cosas que uno no es capaz de decirse a sí mismo ante un espejo.
A veces sufro el daño de personas así, tóxicas y contaminantes, que llevan a cuestas su propia carga y que no son capaces de verse a sí mismos. Aunque la vida ya me ha enseñado las lecciones para no sufrir demasiado o escaquearme de tales “bondades”.
La intención puede ser “buena”. Sin embargo, la intención oculta en el inconsciente es la peor, ya que es la que hace más daño al otro y le procura a uno una energía de rebote mucho más grande que afectará a su vida sin duda alguna. Cuidado de permanecer mucho tiempo cerca de personas así!…
También hay muchos a los que les gusta llorar y ventilar públicamente sus penas, adversidades, angustias varias, apenados y sufrientes de sus baches cotidianos. Personas apenadas. Personas que necesitan contar sus penas y que chupan la energía de otros y se alimentan de ella cuando los otros quedan enganchados escuchándoles. Vivir del victimismo es en realidad difícil, porque es difícil reconocerlo y salir de ahí. Es más dificil aceptar que cada día nos trae distintas aventuras, distintas pruebas que harán de nosotros personas más fuertes y poderosas.
Sin embargo, las personas que escuchan constantemente a estas personas tóxicas, sufren muchas veces la saturación y contaminación de esas energías que conllevan las penas de otros. Y pueden llegar incluso a sentirse debilitados y vacíos de energía. Por este motivo se debe crear un escucho protector que no ceda al poder contaminador de las penas. Por eso yo siempre digo que la lástima no es buena.
Consciente o inconscientemente, estas personas tóxicas estan por todos lados. Todos hemos sido o somos tóxicos en algún momento. Otros se quedan enganchados ahí y les cuesta salir.¡Vaya!… Y luego la gente se queja y dice que “¡por qué la vida les va como les va!…” No me extraña. Si siembras tormentas, recoges tempestades.
Yo soy lo que siembro. Yo se lo que siembro.
Vive un proceso conmigo y sentirás que estás creciendo. Descubrirás las enseñanzas que tu maestro interior guarda para ti. Las respuestas están en nuestro interior, no busques fuera.
Sentir, pensar, decidir y actuar en equilibrio.
Coaching Holístico Sistémico.
Marla Sánchez
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